Por qué tener un seguro de vida no es un lujo y las razones que lo prueban
Por qué tener un seguro de vida no es un lujo. Un objeto de lujo es algo que sueles comprar no por necesidad, sino para exhibir y alardear sobre él. Generalmente resulta costoso, su precio es extravagante. Además, lo tienes por lo que significa poseer ese objeto de lujo en particular: exclusividad, distinción o superioridad sobre otros que no pueden adquirirlo.
Es importante que fijes bien estas características porque de ahí partiremos para explicarte por qué tener un seguro de vida no es un lujo.
Necesidad, precio y protección son características esenciales en el momento de distinguir una póliza de vida de una mansión de veraneo en Malibú. Y en este artículo pretendemos aclararte las diferencias, una por una.
UN SEGURO DE VIDA NO ES LUJO, SINO NECESIDAD
Difícilmente puedas pensar en un seguro de vida como algo de lo que alardear frente a tus amigos o tus rivales. No es un yate, una joya valiosa ni el Samsung Galaxy S20 de oro que la compañía lanzó al mercado a inicios del 2020.
Cuando compras una póliza de vida lo haces pensando en la necesidad de ayudar a tu familia en el futuro, ante cualquier imprevisto. Este contrato significa una garantía económica para tus beneficiarios si algo malo te ocurriera; algo como un accidente, una discapacidad, una enfermedad grave o tu propia muerte.
Tener un seguro de vida no es un lujo, pero sí una inversión muy valiosa. Con este tipo de seguros puedes aprovechar varias prestaciones a la vez:
- Protección financiera para ti ante una situación crítica de salud, y para tu familia, después de tu fallecimiento.
- Mecanismos de ahorro que te permiten acumular dinero para la vejez o multiplicarlo con inversiones.
- Respaldo económico ante un préstamo hipotecario, pagos estudiantiles, impuestos de sucesión y otras responsabilidades.
Lo mejor sería que no tuvieras que recurrir a ninguna de estas, que nada malo te sucediera, pero vivimos en un mundo demasiado complicado. Un día normal de trabajo o descanso podría convertirse de repente en un infierno por causa de un accidente o algo peor.
En ese caso desearás tener toda la ayuda posible a tu favor: para costear las atenciones que requiere una invalidez física, cubrir las deudas familiares, asegurar el futuro de tus hijos o incluso una vejez más cómoda para ti mismo.
UN SEGURO DE VIDA NO ES COSTOSO; SU PRECIO ES ACCESIBLE
Hay algo que sí puedes dar por cierto con los seguros de vida: sus precios no son los de un yate y se ajustan a casi cualquier presupuesto.
Mas, para entender por qué tener un seguro de vida no es un lujo debes borrar de tu mente la idea de que es un gasto innecesario y excesivo. Si piensas así es porque no has investigado bien sobre los tipos de pólizas que existen y sus variados precios. O porque no has encontrado la ayuda para determinar cuál es la mejor cobertura que podrías comprar con tus ingresos.
Si ese es tu caso, lo más inteligente sería asesorarte con un buen agente de seguros. Sus conocimientos y experiencias resultarán útiles para encontrar la póliza ideal para ti y aprovechar hasta el último centavo de tu inversión.
Así como existen distintos tipos de seguros de vida también encontrarás precios competitivos que pueden variar considerablemente de una persona a otra. Hay factores que determinan esos precios y estos cinco son los de mayor peso al momento de fijar un valor para el seguro:
- Tipo de póliza: Algunas ofrecen protección por un tiempo determinado y otras tienen vigencia para toda la vida; las primeras suelen ser más baratas.
- Cantidad de cobertura: Pagarás menos si te aseguras por un capital de 250 000 dólares, que si lo haces por 500 000.
- Edad y género: Los jóvenes y las mujeres generalmente tienen mayor esperanza de vida, así que pagan menos por este tipo de pólizas.
- Salud y estilo de vida: Enfermedades de base, tabaquismo, un historial médico familiar complicado, prácticas de deportes extremos o una profesión de riesgo aumentan tus probabilidades de sufrir un accidente o muerte temprana, y te harán pagar más por tu seguro de vida.
- Cláusulas adicionales: La aseguradora puede ofrecerte prestaciones no incluidas en el contrato inicial, por un pago extra.
Por ejemplo, una mujer saludable de 30 años de edad pagaría entre 130 y 200 dólares al año por un seguro de vida a término, por valor de 250 mil USD. Una mujer saludable de 50 años pagaría casi tres veces más por la misma póliza.
UN SEGURO DE VIDA NO ES LUJO: ES PROTECCIÓN
Convencerte de por qué tener un seguro de vida no es un lujo implica también entender el propósito fundamental de cualquier tipo de seguros: brindarte una protección adelantada frente a imprevistos.
Tener una póliza de vida, ya sea temporal o permanente, no te hará miembro exclusivo de una élite, la élite de los que pagaron más de 5 000 dólares por el celular dorado de Samsung. No.
No es exclusividad lo que obtienes al comprar un seguro de vida. Es protección y seguridad para toda la familia, mientras vives y aun después de tu muerte. Eso te ubica, en todo caso, en el grupo de los precavidos.
Si eres quien provee el ingreso fundamental a tu hogar y, de repente, una enfermedad o un accidente te impiden volver a trabajar o te ocasionan la muerte, ¿quién se hace cargo de tu familia? ¿Cómo puedes ayudarlos a lidiar con esa situación de un modo menos traumático?
El valor de una póliza de vida radica en su utilidad. Tu contrato es un resguardo que les permitirá a ti y tus seres queridos contar con una especie de fondo de emergencias, un dinero para cubrir gastos inesperados, preservar el patrimonio familiar o asegurar el futuro de tus hijos.
Puedes verlo como una inversión con retorno: pagas por la protección en cuotas específicas y a plazos, pero garantizas un capital de vuelta tanto para ti como para tus beneficiarios.
El truco está en elegir la póliza adecuada para ti con inteligencia y con la asesoría de un buen agente de seguros. Así no solo aprovecharás al máximo cada centavo de tu cobertura, sino que también entenderás de primera mano por qué tener un seguro de vida no es un lujo.

